 LA HIGIENE GENITAL EN NIÑAS:
 L a higiene genital consiste en el lavado de los genitales externos -que en conjunto se llama vulva- para remover contaminantes, bacterias y secreciones. Con el lavado correcto se evitarán mal olor, irritaciones recurrentes e infecciones uro genitales.
Existen factores que condicionan y facilitan la contaminación de la vulva en las niñas. La cercanía del margen anal a la entrada de la vagina es un factor anatómico importante que no sólo favorece la aproximación de bacterias sino también la migración del oxiuro, parásito frecuente en esta etapa de la vida, hacia el interior del canal vaginal. Por otro lado por el grado de desarrollo, los labios mayores aún no cubren totalmente a la vulva facilitando su exposición a contaminantes. Otros factores facilitadores, y a veces los más difíciles de manejar, son los hábitos y costumbres de las niñas así como información inadecuada sobre el aseo genital dentro del seno familiar.
Entre las niñas hay hábitos frecuentes como el postergar la micción (aguantar la orina), por jugar, ver televisión o simplemente por disfrutar la sensación. Al permanecer más tiempo la orina en la vejiga se favorece no sólo infección del tracto urinario sino también un goteo de orina que atrapadas entre los pliegues de la vulva ocasionará irritación, mal olor, ardor y rascado de la zona. Otro problema similar resulta cuando las niñas no secan la vulva luego de la miccionar.
Los actos de reconocimiento o el rascado con manos sucias, o limpias pero con uñas largas que albergan detritus es otro problema que debemos considerar. A esta edad es frecuente que la niña se rasque directamente y no sobre la ropa por lo que debemos estar atentas al lavado de manos, recorte de las uñas y a solucionar inflamaciones o parasitosis que ocasiones prurito o picazón.
Por todo lo anterior se establece entonces que el aseo genital adecuado es nuestra mano derecha para prevenir irritación, ardor, prurito, enrojecimiento, mal olor y flujo vaginal.
El aseo debe hacerse con agua y jabón para eliminar gérmenes y contaminantes de la zona. El jabón neutro de glicerina es el ideal pues carece de otros componentes que pudieran irritar una mucosa tan delicada como el de la vulva. Debe hacerse diariamente sobretodo luego de retornar del nido o el colegio y luego de defecar.
Para el lavado genital debemos tener a nuestra niña en una posición cómoda que permita ver los genitales en un espacio privado y sin apuros. El uso de una chata de plástico nos facilitará el lavado con la niña acostada en la cama boca arriba. Se coloca la chata debajo de las nalgas y se separan las piernas flexonadas en posición de rana. Sólo así se observará bien la zona genital a lavar. Separando los labios hechamos agua limpia y se desliza un pedazo de algodón húmedo y enjabonado, de adelante hacia atrás, desde la zona del clítoris, pasando entre los labios, hacia el margen anal. Luego enjuagar con abundante agua y secar con papel.
¿Qué precauciones debemos de tener para mantener saludable la vulva en la niña?
- Lavado de manos.
- Recorte de uñas.
- Evitar dedos en la boca o en la nariz.
- Desparasitación periódica.
- Ingesta regular de agua.
- No postergar la micción.
- Secado genital adecuado luego de miccionar y/o defecar.
- Evitar uso de paños húmedos, de ser necesario secar con papel inmediatamente después.
- Si hay presencia o persistencia de flujo vaginal, irritación vulvar o mal olor genital consultar al ginecólogo pediatra.
Dra. Cecilia Gómez Meléndez
RNE 15082
Especialista en Ginecología Pediátrica y de la Adolescente
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